1 de noviembre de 2009

Don Juan






Durante muchos años, en los teatros de España, la noche de Todos los Santos se representaba la obra Don Juan Tenorio de José Zorrilla.
El protagonista de esta obra es Don Juan, un personaje arquetípico cuyo origen se puede rastrear en el teatro barroco español (Tirso de Molina, El burlador de Sevilla y convidado de piedra), y que ha tenido mucha fortuna en la literatura occidental. Además de los de Tirso y Zorrilla, otros donjuanes famosos fueron el de Lord Byron o el de la ópera de Mozart.

Aunque la historia de Don Juan varía según el autor, todos los donjuanes tienen varias características comunes. La más sobresaliente de ellas es su afición por seducir mujeres para después abandonarlas (de ahí procede la expresión "ser un donjuán"). Pero, además, a todo Don Juan le gusta pelearse para demostrar su fortaleza y valentía, jugar apostando y beber sin moderación. En la mayoría de las historias sobre el mito de Don Juan, el protagonista -que previamente había pecado de soberbio aceptando, en broma, el cenar con un muerto o una calavera-, tiene que abordar esa lúgubre cena y encararse finalmente con el fantasma.

El personaje de Don Juan representa al hombre joven, soberbio, atrevido e irreflexivo, que no sabe hacer buen uso de sus cualidades, y que -finalmente- debe pagar por sus abusos; aunque, en algunos casos excepcionales -como en la obra del romántico Zorrilla- es redimido por el amor de su enamorada.

La película Don Juan de Marco (Jeremy Leven, 1995) cuenta la historia de un joven que enloquece y se cree Don Juan. De todos los donjuanes de la historia, el que inspira esta película es el del inglés Lord Byron.

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